a Casa

Casa

El racionalismo y la austeridad son las líneas maestras. La arquitectura es monumental, sí, pero objetiva, pensando en la protección del calor y la luz. Afirmativa, sí, pero comedida y terrenal.

El agua que riega el jardín entra por un acueducto cuyo único fin es abastecer el palacio. Agua y poder se encuentran en este jardín alentejano, conocido en la familia como «Quintalão» (en español, gran patio).

El Palácio de Ficalho fue la casa de unos, el paso de muchos, la memoria de otros, un proyecto de vida también. Aquí algunos rostros que forman parte de su historia.